El llamado de Humanidad que la pandemia nos hace.
Existe consenso en observar que la crisis sanitaria global provocada por el COVID-19 ha sacado tanto lo mejor como lo peor de nosotros como sociedades y como especie. “La pandemia está uniendo al planeta casi en la misma medida en que lo está dividiendo. Y en formas muy profundas”, declara Dianne Hofner en su blog.
Se oyen aplausos a los trabajadores de la salud, conciertos desde balcones, unión entre vecinos, ollas comunes y apertura digital de un sinfín de contenidos en bibliotecas, centros y museos que antes estaban restringidos a un acceso pagado. Se une la comunidad científica en la tarea de encontrar una vacuna lo antes posible y se derivan recursos de una serie de actores sociales para lograrlo. Actuamos unidos.
Pero en su contraparte, las inequidades y desigualdades existentes se han visto exponencialmente exacerbadas. Un enfoque intersectorial para analizar cifras demuestra, por ejemplo, grandes brechas de sobrevivencia por diferencias raciales en EE.UU, tal como en Chile ocurre con las diferencias socioeconómicas. Han aumentado sustantivamente las denuncias por violencia de género y las comunidades migrantes intentan sobrevivir en medio del abandono, tanto de sus países de origen como de los de acogida. Hay mucha competencia por equipos y equipamiento médico a nivel mundial y observamos con preocupación la privilegiada posición que ocupan los discursos antimigración en los medios. Actuamos desunidos.
En esta disparidad, Dianne Hofner pone a disposición de nosotros una interesante reflexión sobre el valor de la esperanza en medio de esta crisis, ya no sólo sanitaria, sino sobre todo, valórica. Creemos que es necesario aterrizar esta reflexión al quehacer de las organizaciones.
Esta entrevista arranca con una pregunta que asusta, pero determina: ¿nuestras empresas, líderes corporativos y gobiernos usarán esta distracción para tomar incluso más ventaja sobre estas desigualdades, o vamos a decidir mostrar lo mejor de nosotros como personas y como organizaciones, para enfrentar la crisis?, ¿vamos a decidir actuar unidos o desunidos?
Desde este enfoque, para quienes trabajamos la Diversidad y la Inclusión en las organizaciones (interna o externamente) esta crisis plantea una gran responsabilidad, pero también, una gran oportunidad.
Podemos mostrar cuán honesta es nuestra definición de valores corporativos y cómo ellos emergen culturalmente en nuestra empresa en momentos complejos. Podemos demostrar cómo nos cuidamos y atendemos empáticamente las particulares necesidades de todos nuestros colaboradores y colaboradoras, incluso en términos personales y familiares. Podemos legitimar la necesidad de incluir una mirada de salud mental en nuestros procesos de RR.HH. que abarque toda la organización. Podemos incentivar a que nuestros líderes transmiten seguridad y confianza en medio de tanta incertidumbre y que ello se extienda hasta las comunidades donde operamos.
Podemos invertir en la consolidación de nuestros talentos internos y en la creación de comités, grupos y/o espacios de interacción donde potenciemos la creatividad de nuestras personas para focalizarnos en las soluciones. Podemos mejorar nuestra comunicación para que sea efectivamente inclusiva hacia todos nuestros stakeholders. Podemos hacer muchas cosas para mejorar.
El llamado que hace Dianne en esta entrevista realizada por Claudia Pérez Müller, co-Directora Connecting D&I, es a estar alertas y dedicarnos a cuidarnos, a mezclar el temor que tenemos sobre el impacto económico en nuestros negocios con el llamado de humanidad que la misma pandemia nos hace.
“Hay que dedicar tiempo a reflexionar y cambiar nuestro comportamiento para el futuro. Aprender. No pensar que esto es algo temporal y que volveremos a la normalidad. En ese cambio, que avancemos hacia ser mejores”.
¡Te invitamos a ver la entrevista completa!
