Desde hace años, Organismos Internacionales y el propio Estado chileno han interpelado a las empresas a involucrarse en la prevención y detección de la violencia intrafamiliar en sus trabajadores y trabajadoras. La propia Norma 3262 de Igualdad de Género y Conciliación de vida laboral, familiar y personal que promueve el SERNAMEG, lo plantea como requisito.
Hoy, se ha vuelto un ineludible en las Políticas de Igualdad de Género y en los componentes de género de las Políticas de Diversidad e Inclusión de las organizaciones, siendo una de las líneas de acción más difíciles de desarrollar en tiempos de pandemia.
La dificultad que expone realizar pesquisas y contención a través del teletrabajo y la incertidumbre que provoca la derivación de casos detectados a la red pública de Casas de Acogida y Centros de la Mujer en condiciones de cuarentena y distanciamiento social, son dos variables que tensionan el normal desarrollo de estos programas en las áreas de recursos humanos.
«El vídeo presentado por SERNAMEG provoca una gran confusión entre los distintos actores de la red de contención y derivación a la que se invita a las empresas a ser parte y por ello es correcto que haya sido retirado»
Comunidad Mujer, al entregar el informe de la Iniciativa Paridad de Género IPG Chile frente al COVID-19, planteó la inquietud de las empresas encuestadas por abordar la violencia doméstica, como uno de los desafíos de género de la pandemia.
Y es muy cierto. Lo es.
Es un gran desafío poder abordarla y derivarla de forma adecuada, y hay mucha incertidumbre sobre el curso de las acciones a seguir en estas nuevas condiciones.
Y es muy necesario hacerlo, también es cierto.
Porque el número de denuncias por violencia intrafamiliar en Chile ha aumentado exponencialmente durante la pandemia y se necesita la actuación de todos los actores sociales para poder enfrentarla.
En medio de esta neblina, urgen mensajes más claros que nunca de parte de la autoridad pública y sus dispositivos de comunicación. Mensajes que logren desarrollar confianza y que apoyen las acciones -no sólo comunicacionales sino también relacionales- que establecen las empresas a la hora de construir sus propios mensajes, contener y derivar casos.
El vídeo presentado por SERNAMEG provoca una gran confusión entre los distintos actores de la red de contención y derivación a la que se invita a las empresas a ser parte y por ello es correcto que haya sido retirado. Es muy contradictorio ver al Estado involucrando al sector empresarial en un fenómeno que él mismo no sabe comunicar. Esa colosal confusión, no se puede establecer como legítima. Se necesitan mensajes claros.
La violencia de género es inaceptable en cualquier contexto, no se mitiga con arrepentimiento y es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres. Es tarea de todos los actores sociales prevenirla y erradicarla. Las empresas pueden marcar la diferencia.
Claudia Pérez Müller
Directora Asociada
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